8 consejos para que tu hijo disfrute de una boca sana

Durante sus primeros años de existencia, la salud oral de tu hijo depende de ti. Lo que aprenda durante su infancia, le acompañará el resto de su vida.

Debes inculcarle hábitos saludables así como interceptar a tiempo los problemas y patrones de conducta perjudiciales que puedan producirse.

En este artículo de indicamos cómo hacerlo a través de ocho consejos muy fáciles de seguir.

1.- Promueve sus hábitos de higiene buco dental desde el principio. Incluso antes de la erupción de los primeros dientes, debes limpiar las encías de tu bebé con una gasa humedecida en agua. En cuanto aparezcan los dientes, ya puedes empezar a limpiarlos con un cepillo suave y sin pasta de dientes. A partir de los tres años, el niño puede colaborar en la tarea, pero siempre supervisado por un adulto. Hasta los seis años de edad, los niños no pueden cepillarse los dientes de forma autónoma.

2.- Enséñale a cepillarse los dientes correctamente. Aunque hasta los 6 o 7 años el niño no tiene la destreza suficiente domo para cepillarse solo, establece desde el principio un orden metódico que tu hijo pueda recordar fácilmente: primero las muelas de arriba, luego las de abajo y finalmente los dientes delanteros. Siempre con movimientos verticales, de la encía hacia el diente. Si el niño desea cepillarse él mismo, déjale que lo haga, aunque no sea capaz de realizar el movimiento vertical y se cepille horizontalmente. Lo importante es que adquiera el hábito de cepillarse los dientes al menos dos veces al día.

3.- Utiliza técnicas de motivación. No nos engañemos, para los más pequeños, es muy aburrido cepillarse los dientes. Y si los padres son demasiado estrictos, pueden incluso cogerle manía a esta acción tan necesaria para su dentadura. Por eso, te recomendamos que recurras a juegos y canciones para hacer de este momento del día algo divertido y que le felicites cuando haga un buen trabajo para mantener sus dientes sanos.

4.- Sé un buen ejemplo. No cabe duda que los hijos imitan a sus padres. En todo. Deja que tu hijo vea que tú también cuidas tu boca: cepíllate los dientes con el niño, y hazlo de forma metódica y correcta. Tal y como le enseñas.

5.- Más vale prevenir que curar. Explora regularmente la boca de tu hijo para detectar cuanto antes una posible irritación, flemón, acumulación de sarro o cualquier otro problema. Además, es recomendable que lo lleves al dentista dos veces al año.

6.- Limita su consumo de dulces. No se trata de eliminar los dulces y golosinas de su dieta, pero si reducir su consumo. Puedes sustituirlos por frutas, yogures o queso y limitar su consumo a una o dos veces por semana.

7.- Reemplaza el cepillo de dientes cada tres meses, y hazlo por uno adecuado para su edad. ¿Sabes que existen pastas y colutorios con sabores agradables y niveles de concentración de flúor adecuados a los niños? Procura ofrecerle estas variedades a tu hijo.

8.- Ataca de raíz cualquier problema que se presente. Los dientes de leche… ¡también son importantes! Aunque su duración sea temporal, los primeros dientes son vitales para que el niño pueda masticar y alimentarse adecuadamente. Además, las caries y otras enfermedades que pueden sufrir los dientes de leche, comprometerán el desarrollo de las piezas definitivas. Por eso, cualquier problema detectado en un diente de leche, debe ser corregido cuanto antes.

Esperamos que con estos sencillos consejos tu hijo disfrute de una boca más saludable. Ello contribuirá a su salud general y a su felicidad. ¡No lo dudes!