La ortodoncia consiste en recolocar los dientes a su posición correcta dentro de la boca, y suele ser adecuada en caso de separación evidente entre las piezas dentales, apiñamiento, sobremordida, submordida o mala oclusión.
Los tratamientos de ortodoncia y sus resultados han mejorado notablemente en los últimos años y, actualmente, no solo los niños y adolescentes recurren a ella, los adultos también. Y cada vez con mayor frecuencia. Existen distintos tipos de aparatos y su utilización requiere periodos de tiempo más breves para obtener los resultados deseados. Lo realmente importante es ponerse en manos de un buen especialista en ortodoncia, que valore las características individuales de cada persona y pueda desarrollar la mejor solución.
Aunque solo un dentista puede recomendar la necesidad de un tratamiento de ortodoncia, estas son algunas de las razones por las que las personas adultas deciden realizarla.
No es un lujo, es una necesidad. Lucir una dentadura bien alineada no es un capricho; es una necesidad para poder disfrutar de una mejor calidad de vida. En efecto, los problemas de una mala oclusión pueden producir dificultades para masticar, problemas en las encías e incluso dolores cervicales y otros perjuicios al bienestar y a la salud de las personas.
Mejora la autoestima y la confianza. Por otra parte, iluminar el rostro con una sonrisa atractiva es importante para la autoestima y para aumentar la confianza en uno mismo. Sin olvidar que, sonreír de forma atractiva contribuye a que el aspecto de las personas sea más juvenil.Mínimas molestias. Las incomodidades que producen las actuales técnicas de ortodoncia son cada vez menores.
Muy discreta, prácticamente invisible. Muchos de los sistemas de ortodoncia actuales pueden llevarse de forma muy discreta, siendo apenas perceptible por los demás. Por ejemplo, la denominada ortodoncia lingual, que resulta invisible porque los aparatos se colocan por dentro de los dientes. También existen sistemas alternativos a los brackets, como los alineadores transparentes (Invisalign). Estos sistemas contribuyen a que llevar un tratamiento de ortodoncia sea prácticamente imperceptible.
Cada vez más rápida: resultados en menos tiempo. Gracias a los avances tecnológicos no solo en los tipos de tratamiento, sino también en los materiales, en los últimos años se ha acelerado el proceso de corrección de los dientes. Y aunque cada caso requiere su tiempo, podemos aproximar que la mayoría de los tratamientos se extiendan por un mínimo de 12 meses y un máximo de 30.
Facilita la higiene dental. Cuando los dientes no encajan, su limpieza es más difícil. No se llega bien a todas las piezas y es más fácil que se acumule el sarro. Gracias a la alineación que produce la ortodoncia, la higiene de los dientes resulta más fácil y eficiente para prevenir enfermedades bucodentales.