La salud bucodental está íntimamente relacionada con la salud de las personas. Y la ortodoncia contribuye en gran manera a mantener saludables nuestros dientes y encías.
Si bien la mayoría de los adultos y adolescentes que recurren a la ortodoncia lo hacen por razones estéticas, una buena alineación y una mordida simétrica aportan importantes beneficios para la salud y el bienestar general.
¿Cómo contribuye la ortodoncia a la salud general?
El objetivo principal de todo tratamiento de ortodoncia es modificar la posición de los dientes dentro de la boca para conseguir su correcta alineación y una mordida simétrica que facilite la masticación.
Unos dientes bien alineados favorecen el cepillado eficaz, evitando que las bacterias se escondan en los lugares de difícil acceso de la boca. Con la mejora de la higiene bucal, se reduce el riesgo de caries, de infecciones y de otras enfermedades periodentales que distintos estudios científicos relacionan directamente con numerosos problemas digestivos y respiratorios. Por eso, la salud bucodental que acompaña a la ortodoncia redunda en mayor bienestar y mejor salud general para la persona.
La ausencia de problemas bucodentales y del dolor asociado que estos conllevan, hace posible el bienestar general de las personas. Especialmente en aquellas profesiones que requieren un alto rendimiento físico como es el caso de deportistas, conferenciantes, bomberos, policías… la ausencia de dolor y malestar favorecen un mejor desempeño.
Por otra parte, al mejorar la masticación, los alimentos llegan al estómago mejor triturados y la digestión es más fácil porque no hace falta tanto ácido para disolverlos. Esto significa menor riesgo de dolores estomacales y de acidez.
La autoestima también se ve muy beneficiada tras el tratamiento de ortodoncia. Con la mejora de su aspecto físico, la persona siente más seguridad y confianza, sintiéndose más feliz.